Noticias del blog

Creo que he simplificado la publicación de comentarios, así que animaros a hacerlo.

Acabo de publicar un cuento que escribí hace un montón de años en una editorial digital. Visitad mi stand en la tienda y coged un ejemplar electrónico (es gratis):

domingo, 23 de enero de 2011

El engaño de las listas cerradas

Una vez que parece que la clase política se ha hecho eco de la propuesta concreta que hacíamos en las anteriores entradas (ya imagino que no por este blog, ¿o quizás sí?) quiero que retomemos la idea primigenia del blog y volvamos a un plano más teórico.

La única vez que encontré un trabajo apuntándome en una lista fue cuando cursaba 3º de carrera y pidieron gente interesada en ganarse unas pesetillas (que entonces ni se soñaba que los europeos pudiéramos ponernos casi de acuerdo en compartir una moneda) haciendo el traslado de los muebles al nuevo edificio que estrenábamos al siguiente curso.
El resto de las veces que he participado en selecciones de personal (que afortunada o desgraciadamente han sido muy pocas) siempre he tenido que enviar por delante mi curriculum vitae incluso para puestos en los que me conocían personalmente.
Incluso cuando somos nosotros los que necesitamos hacer una selección de personal porque necesitamos el concurso de algún profesional en nuestro hogar (fontaneros, albañiles, mecánicos para el coche...) el último recurso es acudir a una lista (véase listín telefónico) sino que tratamos de contratar alguien que haya trabajado para algún conocido nuestro y haya quedado contento con su trabajo.

Sin embargo cuando vamos a escoger a los ciudadanos que van a dirigir (en las próximas elecciones que tocan) nuestros ayuntamientos (por lo menos para los de las ciudades de un cierto tamaño como el que me toca elegir a mí) y autonomías prescindimos de las precauciones que solemos tomar en el resto de las situaciones y pasamos olímpicamente de comprobar a quiénes estamos votando.
En el mejor de los casos conocemos, quiero decir que es relativamente fácil conocer, algo de la trayectoria del que encabeza la lista que normalmente se reduce a una enumeración de los cargos políticos de los que ha disfrutado y, si la tiene, la formación universitaria que ha logrado.

Vale que leerse la vida y milagros de todas las personas que integran el sinfín de listas que se presentan a las elecciones sería un coñazo. Pero como mínimo nos deberían dejar saber no sólo quién va a ser el jefe del cotarro si ganan las elecciones aquél al que decidamos prestar nuestra confianza, sino también quién va a dirigir cada una de las ramas principales de la administración, es decir, quiénes serían sus ministros, consejeros, etc, para que podamos decidir si son capaces para desempeñar sus futuros puestos y no tener que contratar así la legión de asesores que luego necesitan.

Así que ya que no nos dejan votar en listas abiertas a las personas que creamos más capaces aunque pertenezcan a partidos diferentes, por lo menos que tengamos una pequeña idea de a quién estamos votando cuando depositamos nuestra papeleta en la urna cuando cumplimos con nuestro deber democrático, que en eso estoy de acuerdo con el comentario de Ignacio en la introducción del blog:
Eso sí, y cuando haya que votar, aunque sea con las narices tapadas, lo hagamos a la opción "menos mala"

viernes, 21 de enero de 2011

Políticos: ¡Renuncien a sus privilegios de jubilación!

Lo que me propongo es ponerme en contacto con los partidos políticos principales para hacerles llegar la propuesta suscitada en una entrada anterior de este blog. El texto que voy a enviarles, a ser posible por medios electrónicos va a ser el siguiente:

Soy el moderador de un blog cuyo espíritu es ser foro de discusiones teóricas sobre la democracia, los problemas de funcionamiento actuales y sus posibles soluciones, sin entrar en las diferencias normales entre los partidos políticos en su funcionamiento día a día. Les adjunto la dirección de dicho blog (http://superarlademocracia.blogspot.com/). En una de sus entradas se suscitó el tema que les hago llegar:
Dado que son Uds nuestros representantes y, por tanto, no dirigentes nuestros (en el sentido de casta superior) sino ciudadanos iguales a nosotros y con los mismos derechos y deberes CREO QUE ESTAN EN LA OBLIGACION DE PRESENTAR UNA PROPUESTA PARA QUE LOS PARLAMENTARIOS RENUNCIEN AL DERECHO QUE TIENEN DE COBRAR UNA JUBILACION EQUIVALENTE A LA JUBILACION MAXIMA CON UN TIEMPO MINIMO DE COTIZACION Y PASEN A REGIRSE POR LAS MISMAS NORMAS QUE LOS "CIUDADANOS CORRIENTES".
Como Uds mismos nos hacen ver son tiempos difíciles para el conjunto de la nación y no son adecuados a pensar con egoísmos sino en el bien común de, en este caso, las pensiones futuras.
Este mismo mensaje tengo intención de hacerlo llegar al resto de los partidos con representación parlamentaria.

Comenzamos con el PSOE:
La dirección de la página web es muy fácil: http://www.psoe.es/. Actualmente están ya con la campaña para las municipales y autonómicas con lo que el menú principal está dedicado a ellas. Sin embargo hay un menú muy prometedor: PARTICIPA. Así que lo desplego y encuentro la opción Aportando ideas y opinión que es lo que vamos a hacer. Así que espoleado por la aparente facilidad del cauce cliqueo allí.
No es lo que esperaba. Foros (de todo tipo), chat (que no sé cómo funciona) pero no un sitio donde enviar opiniones. Sin embargo a la izquierda debajo de un epígrafe de SERVICIOS encuentro un esperanzador Escríbenos. Pincho y aparece un formulario con las pintas de envío de un emilio.
Completo el formulario con mis datos y el texto anterior y ENVIAR. Contratiempo: no me admite el mensaje. ERROR: Tamaño máximo del mensaje excedido. Se ve que no se pueden argumentar demasiado las propuestas o puede que el becario receptor de las mismas no esté muy entusiasmado con la idea de leer.
Con el error se muestra una dirección de correo electrónico así que voy a probar dos opciones:
  1. Enviar el correo directamente desde GMail a la dirección que muestra el mensaje (desnuda de ninguna indicación)
  2. Tratar de recortar el mensaje (aunque la web no informe del tamaño máximo admitido).
La opción 2 no ha sido posible, después de ir reduciendo el mensaje y tras varios intentos de lanzarme el mismo error me contesta: Formulario deshabilitado temporalmente.

A continuación probamos con el PP:
Buscamos la dirección en google aunque no fuese necesario porque nuevamente la dirección es obvia: http://www.pp.es/.
Primera sorpresa desagradable: como ahora están de convención nacional tienen redirigida la página principal a la página de la convención y no han dejado ningún link para acceder.
No me desanimo y comienzo a pinchar en todas las partes de la página donde el cursor me cambiaba de forma y en uno de los intentos me envía al muro de Facebook del PP. Desde allí, en la pestaña de información encuentro un link con el Partido Popular de Aragón y ahí hay un menú PARTICIPA con un submenú Sugerencias en el que se puede enviar un mensaje sin aparente limitación de tamaño y sin ningún otro problema. Nos sale una pantalla confirmando que el mensaje ha llegado a buen destino y que será contestado...

Izquierda Unida:
Su página web ha resultado la más sencilla: http://www.izquierda-unida.es/. La dirección menos obvia, pero luego la más funcional. Un menú principal con una opción CONTACTAR y director al formulario para enviar el mensaje.

Unión Progreso y Democracia:
Acabamos con un miembro del grupo mixto.
Igual de sencillo que el partido anterior.
Bueno y ahora a esperar la prometida respuesta de estos partidos.
No lo he enviado a los partidos nacionalistas con representación en el Congreso porque tengo la impresión (quizás equivocada) que no están para trabajar por el bien común sino sólo el de su región/país.

sábado, 15 de enero de 2011

¿Es anticonstitucional proponer cambios en la jubilación de los parlamentarios?

Tengo que confesar que hasta ahora no me había parado a leer nuestra Carta Magna, supongo que como buena parte de los 15.706.078 españolitos que votaron sí en el referendum que la aprobó y los 1.400.505 que votaron no y como todos los que no nos leemos las dos hojas de contrato con letra pequeña que nos pone delante el director de nuestra sucursal (que seguramente tampoco ha leído) cuando vamos a pedirle una tarjeta de crédito o una nueva cuenta. NOTA: pese a que ya tengo unos años yo no era mayor de edad en aquel momento.
Sin embargo estos días le he echado un vistazo a ese viejo ejemplar que no debería faltar en ningún hogar para buscar artículos relacionados con la presentación de iniciativas populares y, a parte de un par de cosas que comentaré al final relacionado con el tema, me he encontrado con unas cuantas sorpresas que quiero compartir.

Yo pensaba que nuestra Carta Magna establecía las líneas muy generales de lo que debía ser la organización de nuestro país que necesariamente deberían desarrollarse en un conjunto de leyes... pues no. La Constitución, en algunos puntos tan genérica que puede dar lugar a que el Tribunal Constitucional dedique años enteros de trabajo para saber si un Estatuto de Autonomía está dentro del marco legal, es bastante explícita en algunos temas.
Ahí van transcritos unos artículos:
Artículo 71.4: Los Diputados y Senadores percibirán una asignación que será fijada por las respectivas Cámaras.
Así que a nadie se le ocurra pedir que lo hagan por amor al arte.
Artículo 72.1: Las Cámaras establecen sus propios Reglamentos, aprueban autónomamente sus presupuestos, y, de común acuerdo, regulan el Estatuto del Personal de las Cortes Generales. Los Reglamentos y su reforma serán sometidos a una votación final sobre su totalidad, que requerirá la mayoría absoluta.
Osea el yo me lo guiso y yo me lo como.

Bueno en cuanto al tema que nos ocupa he encontrado dos artículos y no sé cuál se aplicaría a mi planteamiento:
Artículo 77.1: Las Cámaras pueden recibir peticiones individuales y colectivas, siempre por escrito, quedando prohibida la presentación directa por manifestaciones ciudadanas.
Artículo 87.3: Una ley orgánica regulará las formas de ejercicio y requisitos de la iniciativa popular para la presentación de proposiciones de ley. En todo caso se exigirán no menos de 500.000 firmas acreditadas...

Así que mi duda es: proponer que los parlamentarios se jubilen con las mismas reglas que los ciudadanos normales es una petición, una proposición de ley o, simplemente, inconstitucional.

Creo que el primer cauce que debo utilizar es el de los que me representan, así que voy a tratar de llevar esta petición a los partidos políticos más representativos navegando en sus respectivas páginas web. ¡Deseadme suerte!

miércoles, 12 de enero de 2011

Jubilación de una casta privilegiada

Artículo 14 de la Constitución Española: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Político español representando a sus votantes

Sin embargo unos españoles son más iguales que otros si miramos los privilegios que se han auto-otorgado la casta de nuestros políticos.
Cuando dos o más españoles se reúnen para solucionar los problemas del país casi siempre acaban hablando de estos privilegios que exasperan al resto de los trabajadores (si es que se pueden incluir a los políticos en esta clase) pero nunca hacemos nada por intentar terminar con estos injustos privilegios.
Y yo, hasta el momento, me incluyo en la categoría de los que criticamos de palabra pero no acometemos ninguna acción para solucionar lo criticado, comportamiento muy enraizado en la naturaleza de los españoles. Pero la válvula de presión de olla express de mi cabeza se ha disparado y comenzado a girar y silbar como una loca ante los acontecimientos que estamos viviendo en la actualidad.
Y me refiero a los cambios propuestos por el gobierno como absolutamente necesarios en nuestra futura jubilación para mantenernos trabajando hasta los 67 años y endurecer las condiciones del cálculo de la pensión que vamos a cobrar. Hay que pensar, a tenor de las palabras del lunes de nuestro presidente en Antena3, que pese a que se encuentre negociando estas reformas actualmente con nuestros sindicatos (si es que algún trabajador se siente representado por ellos) el punto del retraso de la edad no es negociable y, aunque cambiemos de color de gobierno, si esta reforma se lleva a cabo nadie la va a deshacer.

Unos políticos honestos proponiendo estas reformas hubieran dicho:
Nosotros vamos a ser los primeros en hacer este sacrificio renunciando a nuestros privilegios de jubilación.
Que me corrijan si me equivoco, ellos, la clase elitista de nuestros políticos (no sólo los dirigentes sino todos) tienen derecho a la pensión más alta con solo juntar 2 legislaturas (7 u 8 años de supuesto trabajo).

Un vecino del edificio donde vivo me decía el otro día, al comentar este tema, sí, que se van a quitar ese privilegio ellos si para lo único que se ponen de acuerdo en el Parlamento (que luego acaban de discutir y ponerse a parir desde los escaños y se van de copas juntos) es a principio de año para subirse el sueldo.

Y va a tener razón mi vecino (en lo de no quitarse el privilegio que en lo tocante a las copas no tengo idea ni me parece malo que lo hicieran) porque creo (perdonad mi mala memoria y corregidme si me equivoco) que fue el Presidente de la Cámara de Diputados el que, al ser preguntado por la jubilación de los parlamentarios contestó que
  1. los diputados cobran de la Seguridad Social con los mismos criterios que todos los españoles y que es el Parlamento el que les paga una paga compensatoria hasta alcanzar la máxima pensión del sistema de pensiones.
  2. el coste de esta paga es mínimo para el Estado.

Lo que serán dos verdades que duelen más que si fueran mentiras porque
  1. ¿De dónde saca el dinero el Parlamento para esos complementos? ¿Lo ganan con las ventas de las pelotillas que producen los Diputados cuando se aburren en los debates? ¿Se los da algún extraterrestre? Pues no. Sale de los impuestos que religiosamente pagamos todos.
  2. El coste será un porcentaje pequeño, no lo dudo. Pero más pequeño es el porcentaje de mis impuestos en el conjunto de las cuentas del Estado y no me lo perdonan. E irá aumentando conforme vayan llegando a la edad de jubilación (que como dice Ignacio nuestra democracia es todavía joven).

Y además es que, como dice el adagio romano, la mujer del César no sólo tiene que ser honrada sino parecerlo. Así que, por dignidad, deberían ser ellos los primeros en plantearse esta medida.
Como el pensamiento de mi vecino y mío es que de motu propio no va a salir de ellos tenemos que pensar, seguidores del blog, fórmulas para obligarles a hacerlo o, cuando menos, que se presente una moción o proposición o lo que sea para que se tengan que retratar en el Parlamento y votar por mantener ese privilegio de casta superior.

¿Y cómo se puede hacer eso? Esa es la tarea que os propongo. Pensad opciones...

Creo que si se consiguen suficientes firmas se pueden presentar al Parlamento iniciativas populares. ¿Alguien sabe cómo se organiza algo así? ¿Quién podría ayudarnos? ¿Sería aplicable a una propuesta de este tipo?

sábado, 8 de enero de 2011

El bar de violadores

El manual del periodista dice que un buen título es la mitad del éxito de una noticia. Tiene que llamar la atención y animar al lector a que siga leyendo. ¿Pero tiene que tener que ver algo con el contenido que encabeza? La respuesta (al menos la ética) es que sí, por ello me veo en la obligación de explicar el porqué del título de la entrada:
En primer lugar tengo que recordar el objetivo de este blog: superar la actual democracia. Así como en el campo de la Economía se han ido probando distintas fórmulas y se sigue argumentando y buscando alternativas, en política parece que todos estamos tan satisfechos con nuestra DEMOCRACIA que nadie se atreve a cuestionarla. Es un tabú. Si alguien quiere opinar en contra de ella o es un fascista o el anticristo.
Y sin embargo es la inconformidad lo que hace evolucionar los conceptos. La teoría que estudiábamos en la asignatura de Historia de la Filosofía del difunto COU (allá por la prehistoria en donde estudié yo en el que no estaba mal visto que un profesor suspendiera a sus alumnos sino que lo que se veía mal era que los alumnos suspendieran... pero esa es otra historia) del famoso productor de Best-Sellers Hegel con su teoría de la tesis-antítesis-síntesis (ver el artículo de Wikipedia sobre la dialéctica)
Necesitamos, entonces, una nueva síntesis que haga superar a la tesis (democracia) los problemas que la achacan (antítesis). Perdón si esta interpretación de Hegel no es demasiado correcta, pero ya he dicho que mi formación es más técnica que humanística.
Y un mecanismo que funciona a la hora de buscar las nuevas síntesis es lo que algunas veces llaman tormentas de ideas. Ideas, soluciones aunque no sean reales ni factibles. Incluso aunque sean exageradas y ridículas, porque de la confrontación que provocarán podrán surgir las nuevas ideas (las buenas) buscadas.
Y de ahí es de donde viene el título del artículo, de una anécdota que me sucedió en mitad de una discusión (entendida como confrontación de ideas) sobre un tema de candente actualidad: la prohibición de fumar en lugares públicos, en concreto de los bares, y si entraba en conflicto con la libertad individual del propietario de permitir una determinada conducta en su local. Llevando al extremo esta idea de libertad individual del propietario y de la libertad individual de los clientes de entrar o no en el local propuse la idea de si permitir la apertura de bares en los que se permitiera la violación de los clientes teniendo en cuenta que no se obligaría a nadie la entrada al establecimiento (supongo que los participantes en el coloquio recordarán el hilo que tomó la discusión a partir de aquel momento).
Quizás en aquel momento nos encontrásemos un poco perjudicados por el alcohol, porque acabamos hasta con voluntarios para invertir en el negocio, pero lo cierto es que el llevar las cosas hasta el extremo absurdo nos hizo reconducir la discusión hasta otros puntos que no habíamos analizado. Realmente en aquella reunión no obtuvimos ningún resultado pero lo intentamos.
Nadie asegura que el método funcione al 100% pero el objetivo merece la pena de ser intentado. Así que animo a los posibles lectores del blog al ejercicio:

SE BUSCAN IDEAS PARA QUE NUESTRA DEMOCRACIA PUEDA FUNCIONAR SIN LOS PARTIDOS POLITICOS (al menos sin los partidos políticos como las actuales instituciones de poder que conocemos).

Como mínimo supondría un considerable ahorro ¿no?

viernes, 7 de enero de 2011

Introducción

No soy un experto en historia, ni en derecho, ni siquiera en política. En realidad mi formación académica es técnica. Pese a ello puedo ver que desde el comienzo de los tiempos los seres humanos han necesitado (y han buscado) una forma de gobernarse para poder convivir en grupos que, con el paso del tiempo, han ido siendo más numerosos.
Los primeros homo-sapiens gobernaron sus manadas con la ley del más fuerte que heredaron de sus antepasados animales. Desde allí fuimos evolucionando hacia formas de gobierno más efectivas y (queremos suponer) más justas.
A finales del siglo XIX surgió en Europa y luego en las colonias inglesas del Nuevo Mundo el germen de la forma de gobierno por excelencia de la actualidad: LA DEMOCRACIA. Y desde entonces ha sufrido una evolución que ¿a dónde la ha llevado? ¿Creemos que la actual forma de gobernanos mantiene aquellos principios del Poder emana del pueblo?
Tristemente parece que el poder popular teorizado por el Espíritu de la Revolución Francesa ha pasado de emanar del pueblo a residir en los partidos políticos que van a llegar a ser el cáncer que contamina y corrompe la democracia.
No os equivoquéis. No busco que se prohiban los partidos como en las dictaduras, forma de gobierno que ha sido felizmente superada. Busco que se encuentre una solución para que la Democracia pueda funcionar sin la necesidad de una estructuras como los actuales partidos políticos.
Quiero acabar este post con dos frases de un personaje tan poco sospechoso de no ser demócrata como Winston Churchill:

"La democracia es el menos malo de los sistemas políticos" que viene a significar que "la democracia es el peor sistema político que existe, con excepción de todos los demás"

Y otra menos conocida de él:

"El mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante medio"