Noticias del blog

Creo que he simplificado la publicación de comentarios, así que animaros a hacerlo.

Acabo de publicar un cuento que escribí hace un montón de años en una editorial digital. Visitad mi stand en la tienda y coged un ejemplar electrónico (es gratis):

sábado, 20 de octubre de 2012

Indultos: sin información no hay democracia

Ya sé que los más puristas dirán que el que quiera estar informado de lo que hace el gobierno puede leer el BOE. Pero ¿quién tiene capacidad de entenderlo? ¿Sólo puedes estar informado de la marcha del gobierno si tienes una formación en derecho?
Es muy triste que nos tengamos que ir enterando de cómo funciona nuestra democracia por puntuales destellos de noticias sensacionalistas que duran lo mismo que el deslumbramiento de un flash fotográfico en nuestras retinas ¡nada!
Al leer la noticia de que uno de los detenidos en el caso Emperador era un abogado que ya había sido indultado con anterioridad me escandalicé, como supongo que le habrá pasado a todo el mundo.
Ingenuo de mí pensé que indultar a un abogado condenado por varios delitos de falsedad documental en concurso público y en la adjudicación indebida de un concurso (que supongo que querrá decir mentir para tratar de robar, en el primer caso, y robar en el segundo caso a todos los españoles) habría necesitado de una explicación por algún miembro del gobierno de Zapatero entonces. Así que puse indulto y su nombre en Google y traté de localizar noticias de aquella época. No encontré nada quizás porque se hubiera perdido en la avalancha de noticias generadas por la detención.
Otro caso de indulto sonado del presente año fue el de Josep María Servitje, un alto cargo de CIU en la época de Jordi Pujol condenado en el llamado caso Treball por robar del Departamento de Trabajo de la Generalitat 7.600.000 de las antiguas pesetas. Con las cifras que se mueven los políticos de hoy en día no parece mucho, pero lo cierto es que, gracias al indulto, el beneficiado no llegó ni a pisar la cárcel. Lo he buscado también y todo lo que he encontrado son reacciones a favor y en contra del indulto por parte de diferentes partidos políticos catalanes, pero ninguna explicación del gobierno que lo concedió (el PP) ni del que lo tramitó (el PSOE).

Quizás no encontré lo que buscaba porque la realidad está muy alejada de mi ingenuidad, que suponía que la medida de gracia del indulto era una medida excepcional. ¡Pero nada más lejos de la realidad!

En la primera mitad del año actual se llevan concedidos 247 frente a los 301 del año anterior. Pero no es que Zapatero fuera menos prolífico, quizás es que ya había terminado con el cupo de amigos y favores que devolver, porque durante los años 2006 y 2007 sacó de la cárcel a 520 cada año. El récord parece ser que está en manos de Aznar desde el año 2000 con 1731 indultos. Luego ya se relajó y acabó su mandato con una media de 245 por año (datos extraídos de una noticia de Europa Press de 8 de octubre de 2012).
¡Y aún protestamos que hay muchos diputados! Los pobrecitos no dan a basto con el trabajo que tienen porque la ley que se aplica para prodigar estos perdones que no necesitan de ninguna justificación es de 1870 y ha sobrevivido, por tanto, a todo tipo de formas de gobierno y, de momento, lleva pinta de sobrevivir también a la democracia. ¿Porque quién se va a quitar el poder que supone la prerrogativa de indultar sin tener que dar ninguna explicación?
En el BOE de este fin de semana, sin ir más lejos, se conceden 10 indultos sin explicación de las causas que promueven al gobierno a tal caridad. No hay explicaciones pero parece ser que uno de los indultados,  Sergio Mochón González-Escalada, es hermano de un concejal del PP en Cájar (Granada).

Más allá de la tradición de indultar presos en Semana Santa a petición de distintas cofradías, que se mantiene desde el siglo XVIII, o la de casos claros de reinserción durante el, en muchas ocasiones, dilatado periodo de instrucción que en todo caso deberían ser potestad de los jueces porque, aunque haya algunos para echarles de comer aparte, son profesionales y, en teoría, se les puede exigir responsabilidades de sus decisiones, más allá de estos casos, me pregunto, ¿en qué situaciones está justificado el perdón?
¿Cómo justificar el indulto de delitos como la apropiación indebida de fondos públicos, la estafa, etc, ninguno de ellos, desde luego, provocado por el hambre ni la necesidad (si no es la de más dinero)?

Carmen Ibañas
Cuando hablaba con la abuela de mi mujer, una mujer dotada de una inteligencia natural impresionante pese a que no la enseñaron ni a leer ni a escribir, que permaneció con la cabeza lúcida hasta el fin de sus días a los 97 años (¡qué envidia!), siempre decía lo mismo. Que a ella ya había vivido las mismas ilusiones varias veces en su vida y todos los gobernantes, ella supongo que se referiría a los más cercanos a ella, siempre la habían engañado.

Gracias queridos políticos que, siempre pensando en el bienestar de sus votantes, nos mantienen engañados y desconocedores de todos estos pequeños engranajes de la democracia. Son ustedes tan considerados y desinteresados tomando estas decisiones por nosotros que ningún ciudadano (aparte de los amigos y familiares de los afectados) tomaría... y sin embargo tan necesarias para la cimentación de los pilares de la democracia ¿no?

martes, 16 de octubre de 2012

La formación y la información como pilares de la democracia

El pasado sábado 13, en plenas fiestas del Pilar, recibí la mayor bronca (merecida) que jamás me había echado la persona a la que considero como mi mejor amigo. Como diría mi hija Sara mi MAPS (mejor amigo para siempre).
¿Cuál fue el motivo? El teléfono. Y es verdad (perdón otra vez), yo no llamo nunca a nadie si no es por un motivo concreto. Le hubiera llamado si hubiera necesitado algo de él, o tuviera algo importante que contarle, o me pasara por su ciudad de residencia, que obviamente no es la mía, con tiempo para vernos, o... mil cosas, supongo. Pero lo cierto es que había pasado más de un año y no se me había presentado ninguna de las oportunidades anteriores ni otras parecidas y no había encontrado ocasión para llamarle por teléfono simplemente por el placer de hablar con un amigo y preguntarle qué tal le va. ¡Perdón otra vez!
Y lo cierto, como dije al principio, me llamó él porque visitó mi ciudad (o nuestra ciudad porque él también nació aquí) y siempre que viene me llama, quedamos, tomamos algo y nos contamos lo que nos ha pasado.
Casi siempre son cosas intrascendentes, pero esta vez no. Esta vez había acumulado noticias importantes, tristes y, al menos una, preocupante. No sé si graves, espero que no, pero lo peor es que eran antiguas. Y eran antiguas porque yo no había encontrado la oportunidad de coger el teléfono y marcar su número.

¿Y qué pinta toda esta reflexión personal en el blog? En primer lugar porque es el sitio más público del que dispongo para pedirle disculpas y lo aprovecho.

Pero además porque me ha llevado a una reflexión sobre lo demócratas que resultan nuestros gobernantes y los demócratas que resultamos los ciudadanos.
Siempre he pensado que una de las mayores pegas de la democracia es que nos obligan a decidir sobre temas de los que no tenemos ni idea.
Pero para que llegáramos a tener conocimiento del funcionamiento de las instituciones sobre las que cada cierto tiempo vamos a tener que decidir su dirección tendrían los que en cada momento ocupen las responsabilidades de las diferentes instituciones, no sólo las responsabilidades de los gobernantes sino también de los que ocupen la responsabilidad de la oposición, que informarnos con puntualidad, regularidad y la mayor objetividad que fuera posible del estado de los asuntos para que los comprendiéramos y pudiéramos verdaderamente elegir a las personas que vayan a dirigir cada institución con las directrices que más se correspondan con las que nosotros, si supiéramos, elegiríamos.
¿Nos sentimos formados e informados sobre las instituciones más allá de los pequeños espacios de tiempo electorales? Mi respuesta es NO.

Ahora bien, no todo es culpa de la clase política (casi todo sí, por eso). ¿Porque quiénes seguirían, pongo por ejemplo, en TV un programa, digamos semanal, en el que se nos explicara el funcionamiento de cada una de las instituciones que forman nuestra democracia? Seguramente la audiencia de tal programa sería ridícula hasta para ser emitido por la 2.

Lo que quiero decir, que veo que no está quedando nada claro, es que la información que nos debe conducir al conocimiento que nos permitiría elegir con verdadero criterio no puede ser cosa de una parte. Tiene que ser cosa de dos. De la clase política y de los electores. Los unos informando y explicando sin que se les pida y los otros pidiendo, atendiendo y esforzándonos por comprender
.
Como las llamadas que no hice a mi amigo. ¡Perdón otra vez!

domingo, 16 de septiembre de 2012

Busco la superación de la Democracia: Que les den... la independencia ya


Aunque creo que este debate, tan importante para definir nuestro futuro, no debería tener una carga sentimental excesiva, entiendo que el sentimiento de pertenencia, como el nombre indica, es consustancial a las divisiones geográficas y las estructuras gubernamentales.  Por tanto, yo también voy a comenzar como tú, apelando a mi sentimiento “nacionalista” (y lo pongo entre comillas porque en ningún momento pretendo envolverme en ninguna bandera que me confronte con nadie).
Por circunstancias del azar, como todo el mundo, yo nací en plena España franquista a la misma distancia de Madrid que de Barcelona, sin referentes familiares en ninguna de las dos ciudades.  Así, que ambas las conocí en los años 80, curiosamente casi a la vez, con apenas 20 años.  Ambas me deslumbraron, me parecieron impresionantes, ideales para conocerlas bien; sin embargo, mi estrechez de miras hizo que me enojara cuando me hablaban en catalán en Barcelona, porque pensaba que eso me alejaba de ella, que me hacía menos parte de los que estábamos disfrutando en aquel momento de la ciudad.  En cambio, para mí Madrid no tenía ese problema, y además en aquel momento era una realidad que nadie era extranjero en Madrid: yo participaba de la apertura al mundo que en aquel momento se vivía en toda España, y que se reflejaba en su capital del manera especial (tal vez fuese la “movida”, no lo sé, porque jamás he compartido ni cinco minutos ni con Alaska ni con nadie que dio fama a aquel movimiento)
En cambio, ya hace unos años, con los cuarenta cumplidos, y tras muchos contactos con ambas ciudades, reconozco que en Barcelona me siento a gusto (hace mucho que no me importa que me hablen en catalán), parte de la familia de mi mujer vive allí y tenemos sobrinos que han nacido allí.  He conocido bien a muchos catalanes y alguno de ellos, como Jaume, de Terrassa, creo que me consideran su amigo.  Sin embargo, hace años que cada vez me unen menos cosas con los madrileños:  los veo gente por lo general cabreados, dispuestos a insultar a los que no piensan como ellos, volviendo a una visión de España que tiene que ser folklórica y monolítica, y sin la mínima educación en algunos casos como para plantear absurdos debates en comidas de negocios realizadas en Madrid con catalanes, sobre cuestiones de las que no tienen más que información sesgada y que además, no les afecta (como por ejemplo, la “famosa” educación en castellano)  Estoy seguro de que habrá madrileños abiertos y tolerantes, pero en los últimos diez años he coincidido con pocos, lo siento.
En todo caso, lo que quiero reflejar con esta batallita, es que para mí lo importante es el sentimiento de pertenencia, y prefiero rodearme y convivir con personas que buscan integrar a los que se relacionan con ellos, bien sea de forma permanente u ocasional.  Y por ello es natural que cuando estoy con un alemán dé más importancia a mis raíces europeas, y si es chileno, a las latinas.  Si lo que busco es confrontación, puedo discutir y dejar de dirigirle la palabra a mi vecino de rellano, no necesito ir más lejos a buscar enemigos.
Ahora que ya he realizado esta larga introducción sentimental, lo importante, al menos desde mi punto de vista, es pensar que nos ha llevado a esta situación:  y, entre las múltiples causas que suelen formar parte de un problema complejo, creo que, una vez más, tenemos que destacar la ineptud ignorante y peligrosa de nuestros políticos.  Para favorecer sus intereses, no han tenido ningún empacho en enfrentar a unos con otros, y en remarcar diferencias para favorecer el sentimiento de pertenencia, contaminando todo lo que encontraban a su paso, sin pensar en las consecuencias que esta confrontación pudiera tener en el futuro, cuando el monstruo creado estuviera bajo control.  En este sentido, estoy totalmente de acuerdo con los expresado por John Carlin, un periodista inglés que no entiende tampoco esta actitud por parte de mucha gente, que por animar al Madrid o al Barça esta haciendo algo más que eso: animar a un equipo de fútbol:


Por otra parte, y volviendo a la independencia de Cataluña, en lo que todos coincidimos es que salir a la calle la cantidad de gente que salió el pasado martes no es una casualidad,  normalmente todos somos bastante reacios a movernos, aunque nos estén perjudicando notablemente a nuestros intereses.  Para semejante movilización, han tenido que confluir muchas causas, unas más recientes que otras, que han estallado literalmente en este momento.  Como hay que gente que escribe bastante mejor que yo, hay va otro link al respecto que incluye todos estos factores
En cuanto al victimismo catalán, pues nuevamente otra opinión que hago mía porque para eso está mucho mejor escrita y que comparto al 110%
Y, por último, que opino en cuanto a la posición del resto de españoles con respecto a este asunto, pues me incluyo en lo que opina la mayoría
Que conste que esta mañana, cuando me has dicho Sebas que tu entrada iba sobre este asunto, no había leído el periódico todavía, por lo que no pensaban que mi comentario estaba ya escrito en gran parte.  De cualquier manera, lo que yo le diría a cualquiera en este asunto, que estamos ante una crisis que nos obliga a buscar lo que nos une, y por tanto, que antes de buscar enemigos o culpables, pensemos que nos permite encontrar puntos de unión, como decía antes.   Y a mi no me estorban los catalanes, que conste, ni creo que yo les estorbe a ellos; otra cosa, es que si leen algún periódico de Madrid les entren ganas de salir corriendo, pero es que eso me pasa a mí también. Que conste  que el problema de dichos periódicos no es que sean de Madrid, no voy a caer en error de confrontar nada con nadie; el problema es que los que escriben solo entienden la convivencia como un sometimiento a sus ideas; supongo que en Cataluña habrá gente así también, pero como escriben en catalán, no los entiendo y no los leo, pero los repudio igual. 

sábado, 15 de septiembre de 2012

Que les den... la independencia ya

Como buen español que soy tengo que confesar que me da un poco de rubor decir que me siento orgulloso de ser español.
Me siento afortunado de haber nacido en un país heredero de una cultura como la nuestra, con sus luces y sus sombras. Que pese a estar 7 siglos en guerra con los árabes supo convivir con ellos, hasta cierto punto. Que descubrimos un continente, aunque tuviese que venir un extranjero a ponerle nombre, y en lugar de exterminar a los indígenas nos dedicamos a probar las mezclas de colores y conseguimos un arcoiris de pieles.
Me emociona cada vez que una bandera española sube a lo alto de un podio deportivo acompañada de las notas de mi himno dando sombra a españoles como Alonso, Nadal o a las distintas selecciones españolas de los deportes en los que destacamos.
Me alegra comprobar las pocas veces, por desgracia, que viajo fuera de nuestras fronteras lo afortunados que somos con nuestros horarios, nuestra comida, nuestras tapas, nuestros amigos y nuestra forma de ser en suma. Me gusta que cada dos locales uno sea un bar y no un banco.
Por mi trabajo he viajado de forma bastante continuada a la región-comunidad-país catalán y en cada viaje, tengo que reconocer que con tristeza, me he ido sintiendo cada vez un poco más fuera de mi país. Sobre todo por el idioma, pero no sólo eso, sino por una actitud cada vez más generalizada de la gente de dejar de considerarse como casi iguales a los del resto de España a pasar a considerarse superiores a los españoles. Me entristece que mi idioma, que se habla en todo el mundo, que hasta los candidatos a presidentes de EEUU lo utilicen en campaña, se esté perdiendo en lo que yo aun considero una parte de mi país.
Pero si todo esto me entristece, lo que está consiguiendo la clase política me cabrea. Están consiguiendo hacer creer a los ciudadanos catalanes que el resto de España les estamos robando. Que pagan más impuestos que nosotros y reciben menos.
Y ya me canso de explicarles que pagamos exactamente igual. Que si pagasen más, que lo dudo, sería por impuestos decretados por la Generalitat, no por el gobierno central. Y que reciben lo mismo: si se quedan en paro cobran lo mismo que yo y durante el mismo tiempo, si se ponen enfermos pagan lo mismo por los medicamentos que yo. Si lo pienso bien incluso reciben más porque si enferman en mi región les atienden y si yo enfermo en Salou no lo tengo tan claro... Según la enfermedad que tengan les van a tratar en un hospital de su región y si yo estoy muy grave me van a tener que ingresar en Madrid o Barcelona.
Y que si es cierto que en global se recaudan más impuestos en su territorio que lo que se gasta en él el estado sólo puede ser porque son más ricos que la media de España. Porque en la época de la industralización el gobierno autocrático de entonces invirtió en su territorio para colocar allí las industrias en lugar de en mi región consiguiendo que mucha población de Aragón emigrara y enriqueciera Cataluña. Pero nosotros no intentamos cobrarles esta injusticia histórica.
Así que no sé cuánto más pobres seríamos el resto de los españoles sin catalanes ni vascos, aunque estos últimos no estén de actualidad ahora, pero yo PREFIERO VIVIR EN UNA CASA MAS PEQUEÑA y pobre pero en donde todos seamos felices y nos sintamos propietarios de ella y, sobre todo, rememos todos en la misma dirección y no desconfiemos unos de otros.
Por todo ello, si para que una parte del estado español se independice del resto, es necesario que se apruebe en un referendum nacional, que sepan que tienen mi voto para ello.
Pero dejen de amenazarme con el si no jugamos con mis reglas me voy.
Lo que no voy a admitir, al menos de buen grado, es que permanezcan en España pero con unas condiciones distintas de las mías. Mientras todos seamos españoles todos debemos ser iguales. Así que café para todos sí, no sólo para los señoritos independentistas.
Lo último que deseo es necesitar el pasaporte para pasar de Fraga, tengo amigos y familia allí, pero empiezo a estar harto de siempre lo mismo.

martes, 3 de julio de 2012

Cerrado por vacaciones

Ya llega el verano y el buen tiempo hace que no nos quede tiempo para leer o escribir interesantes blogs, para ver hasta dónde pueden subir lo tipos de interés o hasta dónde pueden llegar los recortes del gobierno que no dejan de sorprendernos.
Así que voy a hacer como las cadenas de TV y este verano, en vez de entradas nuevas, un refrito de las que hay. Y como lo prometido es deuda aquí os dejo un resumen de las estadísticas que nos brinda blogspot:

Desde el 7 de enero del 2011 en que publiqué la Introducción a este blog, han visto la luz 31 entradas (32 si contamos ésta) que han recibido 2040 visitas, que ya sé que no son muchas con las cantidades que se mueven en Internet pero que son muchísimas más de las que esperaba tener. Así que, antes que nada, gracias a todos los que han dedicado algo de su tiempo a leer mis pensamientos, aunque fuera buscando algo que no encontraron...
Eso supone que, de media, han seguido las entradas 66 personas, porque no pienso yo que algún masoca haya entrado varias veces en cada una para asentar los conocimientos. En cualquier caso gracias a los que sean.
Pero no todas han sido igual de populares. Aquí os dejo el ránking de las más vistas:
Sexo gratis y programas electorales 362 visitas.
El bar de violadores 216 visitas
El engaño de las listas cerradas 59 visitas
Introducción 47 visitas
Jubilación de una casta privilegiada 44 visitas.

¿Y la procedencia geográfica? Pues sí, google sabe tantas cosas de nosotros que a veces da miedo (sobre todo después de releer hace poco 1984 de George Orwell). Casi todas de España, claro, y bastantes de Hispanoamérica, pero también de USA y Rusia (¿reminiscencias de la guerra fría?). Algunas pocas desde Europa (Italia, Alemania y Polonia) así que igual tengo que desempolvar mi inglés y hacer una versión internacional... ¡Es coña!

También nos brinda información de la procedencia del punto de acceso de las visitas (sitios de referencia), o sea, desde qué sitio de Internet han pinchado los visitantes un vínculo para acceder al blog. Tengo que decir y agredecer que, después del omnipresente Google, el sitio desde el que más accesos han habido al blog ha sido desde el blog de Casti (recomendada su lectura). ¡Por encima de facebook! Así que gracias Casti y gracias a sus lectores y seguidores (entre los que me encuentro, of course).

Y entre las estadísticas un montoncillo de datos aparentemente irrelevantes: sistemas operativos empleados, navegadores...

Eso, eso, eso es todo amigos. Hasta después del verano (si puedo aguantar sin escribir) y os recomiendo, como hizo Casti en su blog, la lectura de mi cuento (ELLA) cuyo vínculo podéis encontrar en su blog y en la cabecera de éste.

¡BUEN VERANO A TODOS! Excepto a mis lectores chilenos  y argentinos a los que deseo feliz invierno.

Ella
Portada del cuento

lunes, 25 de junio de 2012

¿Cómo explicar lo inexplicable?

Los que leyeran hasta el final mi entrada de los concesionarios de coches del mes de mayo recordarán que estaba cabreado con que me engañaran en la campaña electoral prometiéndome unas medidas para que les votase y condenándome a otras porque no hay otra posibilidad y se me hubieran dicho las medidas reales, esas medidas que son las únicas posibles pero que son buenas para todos, no les hubiera votado.
Así que acepté casi de buen grado que me subieran los impuestos (y esto no ha acabado todavía); que renuncie a derechos que tenía si mi empresa quería (o necesitaba) despedirme, abaratando mi despido por el bien, se supone, del trabajo de todos; que mis amigos funcionarios tengan que trabajar más cobrando menos, si bien esto nos pasa a todos los que conservamos el curro; que aquellos cuyo trabajo dependía del Estado, con subvenciones o pagos de servicios, estén con un pie en la calle porque, según ellos, todos (me gustaría saber ¿quiénes?) hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.

Todo esto son alguno de los sacrificios que nos han pedido, perdón que ya empiezo a hablar como un político, que nos han obligado a hacer a la clase media de este país. ¿Y qué esfuerzos han hecho nuestra clase dirigente?: NINGUNO.


El año pasado, coincidiendo con la entrada reivindicativa de la renuncia a los privilegios de la clase política se publicaba una noticia de una propuesta de nuestro actual presidente del gobierno, entonces jefe de la oposición, sobre su cambio de opinión en el mantenimiento de sus privilegios. Pero ahora las cosas se ven con otra óptica y ese tema no debe ser removido.
Como tampoco remueven otros gastos tan criticados otrora como la traducción simultánea en el Senado, ni tantos otros.

Pero lo que me ha cabreado hoy para cambiar el tema de la entrada prevista (de momento pospuesta) ha sido la noticia de los dos años de indemnización que va a cobrar el señor Dívar por dimitir de su puesto.
Como yo no pertenezco a la casta privilegiada, si, por que me hagan la vida imposible los periódicos, o porque la señora de la limpieza no limpie bien mi mesa de la oficina o simplemente porque haya comenzado a aburrirme mi trabajo, decido despedirme de mi trabajo, mi empresa me pagará la parte del mes que haya trabajado, la parte de las pagas extras no cobradas y los días de vacaciones que me correspondan por la parte del año trabajada. Pero nada más. Y si he metido la mano en el cajón y me descubren y me despiden: lo mismo. Y en ambos casos el Estado no me va a pagar ni un euro, claro.

Pero si soy un alto funcionario del Estado no. Entonces tengo derecho a cobrar durante dos años el 80% de mi sueldo bruto, aunque continúe trabajando en otra empresa siempre que no sea pública (¡ya sólo faltaría!). Y esto es así porque las leyes, que hacen ellos, son así. Y que no nos engañen, no son leyes divinas, se pueden cambiar. Se podrían cambiar si quisieran, claro. Así que ¿CÓMO NO LOS VAMOS A CONSIDERAR UNA CASTA PRIVILEGIADA?


Yo, al final de la entrada de los concesionarios comentada al principio, decía que daba por bueno tener que conducir el utilitario azul que yo no había comprado. Lo que me j..., perdón, desasosiega es tener que seguir pagando superdeportivos de precios de F-1 a los que nos mandan.

Si yo fuera Mariano Rajoy tampoco haría debate del estado de la nación, no fuera que alguno fuera a pedirme explicaciones de este estilo, aunque lo dudo.

sábado, 2 de junio de 2012

Carlos Dívar: cuando lo inmoral es legal

Parecen correr malos tiempos para la cosa pública. Instituciones que parecían no haberse contagiado de la corrupción están ahora en tela de juicio. la Corona, hace unos meses, y ahora la Justicia.
Quizás todos nos estemos volviendo suspicaces, como parece deducirse de la comparecencia del señor Dívar el jueves, pero veinte viajes a Marbella y todos en fin de semana es sospechoso, cuando menos.
Escuché el resumen que hicieron las radios de su comparecencia y creo que entendí que para él estaba claro que todos los viajes habían sido oficiales y que habían sido admitidos como tales por los encargados de auditar tales gastos porque con su palabra de que eran oficiales es suficiente. Esto, para mí, puede ser legal pero desde luego es inmoral, como indico en el subtítulo de la entrada. Y si algo legal es inmoral lo que falla no es la moralidad sino la legislación.
E incluso ahora, con todo el revuelo que ha causado el tema y con el daño que con él se ha hecho a las dos instituciones que preside (el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Supremo), sigue sin aportar otro dato que acalle todas estas habladurías a no ser su palabra.
¿No hubiera sido más fácil llevar las actas del trabajo realizado en aquellos de estos viajes que no fueran materia reservada, con los horarios de las reuniones que justificasen los desplazamientos y estancia en los fines de semana? ¿No hubiera sido posible aportar los detalles de los otros veinte viajes por provincia o región (o como quiera que esté organizada la administración de la justicia) que habrá realizado para controlar todos los otros juzgados con el mismo celo demostrado que en los de la zona de Marbella?
Si yo estuviera en su puesto y no hubiera actuado aprovechándome de mi cargo para costearme viajes particulares habría hecho esto en comparecencia pública. Y si fuera Mariano Rajoy o Pérez Rubalcaba y quedase la sombra de sospecha que creo que queda, habría exigido o pedido la dimisión del señor Dívar. Quizás el presidente del gobierno no tenga la potestad de despedir al presidente del órgano máximo del gobierno de los jueces, atendiendo a la supuesta independencia de los poderes, aunque sí la tenga para nombrarlo, aunque sea como en este caso poniéndose de acuerdo con el partido en la oposición. Porque mira que son pocas las cosas en las que se ponen de acuerdo ambos partidos en los últimos tiempos y en lo que se ponen... ¡mira cómo acaba! ¿Habrá alguna razón para que ambos partidos quieran que permanezca el actual presidente en su cargo que no nos puedan explicar? Espero que no.
Al hilo de las excusas o explicaciones que dio pienso que los gastos a que se refiere el hecho pueden no ser excesivos ni, seguramente, significativos en el global del presupuesto de estas instituciones, pero eso no es lo importante. Lo verdaderamente importante es que las personas que administran los recursos públicos tiene que ser extraordinariamente honestos. Como se decía de la mujer del César, tienen que ser y parecer honestos. Y no sólo los miles de euros son importantes, hasta los céntimos. No todos los españoles debemos ser iguales ante la ley, sino que los que ostenten un mayor poder tienen que tener una mayor responsabilidad (esto quizás debería ser objeto de una entrada aparte).
Segundo, que no se haya sobrepasado el gasto de representación previsto no quiere decir que los gastos sean correctos. Puede ser que no se haya empleado en lo que se necesita, que no tengo yo muy claro según qué cargos del estado que necesiten un presupuesto para representación, o que el presupuesto sea mayor de lo necesario. En cualquier caso porque un concepto se presupueste, sobre todo si es en gasto, no obliga a que se gaste. Si se puede ahorrar mejor que mejor ¿no?
Finalmente, en cuanto a la supuesta suntuosidad de los hoteles en los que se alojó, se podría solucionar de una forma muy simple: así como se obligó a los laboratorios farmacéuticos a suministrar sus medicamentos a unos precios acordados si querían trabajar con el sistema sanitario público, igualmente se podría hacer con los establecimientos hosteleros: acordar unas tarifas, más reducidas que las normales en función del volumen de servicios que se contratan, variables en función de la categoría del personaje público a alojar, y ofrecérselas a los establecimientos para que decidan acogerse o no. Cuando hay viajes oficiales sólo se podrían escoger las empresas adheridas al plan.
Afuera aparte, que diría mi admirado locutor Carlos Herrera, alguien debería encargarse de explicarnos qué clase de gastos reservados puede tener un presidente del Consejo del Poder Judicial. ¿acaso entre sus misiones está la de sobornar a alguien?